• Grandes Famosos!

    Fefita La Grande


    Nombre Real    Manuela Josefa Cabrera Taveras
    Fecha de Nacimiento   
    Lugar de Nacimiento  
      San José de Santiago Rodríguez, Rep. Dom.

    Cuando esta singular merenguera era una niña, al hogar de sus padres, Eliseo Cabrera- Seíto – y María Anna Taveras no llegaba el agua por tubería. Como el resto de los hogares de San José, communidad rural del municipio Santiago Rodriguez, ese hogar se abastecía de agua buscándola en el río. Para eso siempre había un burro dispuesto, y a los hijos del matrimonio les tocaba cumplir con la misión de acarrear del río el agua indispensable.

    Doña María se encargaba de los quehaceres domésticos y don Seíto cumplía con las labores agricolas. Este último tenía una diversión preferida, y era tocar el acordeón. para eso tenía el suyo, comprado con el fruto de su trabajo; y en sus horas libres su entretenía interpretando merengues, algunos compuestos por él mismo. Mientras tanto, Manuela Josefa Cabrera Taveras cumplía con su deberes, y por eso empezó a cargar agua temprano, En ese oficio andaba cuando le llegó la inspiración y se despertó en ella la formidable artista que ha llegado a ser.

    Ella lo relata, en la etrevista que, para los fines de esta reseña biográfica, se le hizo el 16 de enero del 2001, en Nagua: -En el campo donde yo vivía, yo cargaba agua en un burro, y oí un merenuge de Guandulito y me inspiró muchísimo, y cuando llegué a la casa cogí el acordeón de mi papá y me puse a tocar y desde que comencé, canté y toqué-. La gente del vecindario se fijo en aquella niña excepcional, que con siete años apenas, y con tan poco tamaño, se atrevía a tocar merengue. Pero esto no le causó temor a Fefa como se le decía familiarmente.

    Siguió tocando, y a los nueve años y en ocasión del Día del Niño, amenizó en la escuela del lugar, una fiestecita de acordeón, güira y tambora. Sus padres, lejos de oponerse a que el talento artístico de la niña se desarrollara, la animaron, y Fefita siguió su arte, hasta abrirse paso y empezar a ejercer la música profesionalmente.

    No ha sido ella la primera mujer en tocar el acordeón y hacerse famosa, porque eso de que hayan mujeres acordeonistas es cosa vieja en nuestra tierra: Monguita Peralta/ la de Dajabón/ pasó la “vigüela”/ tocando acordeón/Esos versos son de un viejo merengue que ya se perdió en los recodos del tiempo y el olvido, pero que fue muy conocido y se compuso con motivo de
    la epidemia de viruela que azotó la población dominicana por el 1921.Ya para ese tiempo, Monguita Peralta tocaba el acordeón por allá por la frontera norte, y sin duda alguna, otras mujeres habían hecho lo mismo antes que ella.

    Así, aunque no puede decirse que Fefita la Grande fue la primera mujer acordeonista, de lo que no hay dudas es de que es ella quien marca el camino a otras buenas merengueras típicas de estos tiempos. Con la característica de que la carrera de Fefita ha sido larga, tan larga que su nombre artístico ha cambiado varias veces. La Vieja Fefa, le puso Tatico Henriquez, cuando ella, según, declara, tenía diecisiete años; a los veintidós, asumió el nombre artístico de Fefita la Grande, y desde 1980, lleva el apodo con que ella prefiere que le nombren, La Mayimba.

    Dice que en 1976 empezó a viajar al exterior, cuando fue con el maestro Solano a Puerto Rico, y con ese viaje se iniciaron sus giras por medio mundo, incluyendo países tan lejanos y de cultura tan diferente a la dominicana, como Alemania. Su producción discográfia se inició por ese mismo tiempo, cuando un empresario disquero llamado Teodoro, cuyo apellido no recordó Fefita de momento, le propuso hacer sus primeras grabaciones. Ese fue un serio desafío para la merenguera, pero lo pasó con éxito. Si Quiere Venir que Venga, se tituló su primer disco y luego ha seguido una larga lista, que incluye Fiesta en San José, El Hombre que yo más Quise, La Pimienta es la que Pica, Vámonos pal Can, La lista continúa creciendo, porque esta inteligente y dinámica mujer no descansa, y hay nuevas produciones en reserva.

    Entre sus grabaciones hay numerosos merengues de otros autores, los hay compuestos por don Seíto, pero como Fefita es también compositora, produce letra y melodía para sus propias creaciones. En cuanto a su calidad como intérprete, lo que más resalta en ella es su actuación en el escenario, su espectacularidad y su chisperante relación con el público. Además de una buena voz, Fefita la Grande tiene un estilo muy propio, y sazona con expresiones, a veces subidas de color sus espectáculos.

    Aunque es una de las principales ejecutoras del merengue acelerado, dice sin embargo, que se empeña en tocar “el merengue derecho al estilo Tatico Henríquez”, y critica a otros grupos que con tanto acelerar; se van saliendo del merengue o lo van matando con una forma extraña de tocarlo. Entiende que lo que ella hace tiene su público y hay que complacerlo; y hay que ponerse a la moda con lo que la juventud del presente demanda; -Por eso siempre toco el merengue derecho, pero “con su poquito mambo”-, dice Fefita.

    Aclara que nunca se ha sentido cohibida y que jamás ha notado amago de que la hayan discriminado por ser mujer que ejerce una actividad que muchos consideraron prohibida a las mujeres. De todos modos, si ese intento de discriminación hubiese aparecido, no hay dudas de que La Vieja Fefa, Fefita la Grande, o La Mayimba, le hubiese pasado valientemente por encima
    y hubiese seguido su camino por el mundo del arte popular. Marchando por ese camino esa extraordinaria mujer lleva ya un trecho largo andado. En el dos mil celebró con numeroso conciertos por la mayor parte del país, sus treinta y cinco años de vida artística. Dice que saluda la presencia de otras mujeres, como María Diaz, Meri Hernández y Raquel Arias en el escenario del merengue típico y que tiene el intenso deseo de que antes de morir pueda ver una mujer acordeonista “que a mi edad, haga lo que es capaz de hacer Fefita la Grande”.

    0 comentarios:

    Publicar un comentario

     

    Chica hot

    Chica del dia

    Chico del dia