Nombre Real Kate Tunstall
Fecha de Nacimiento 1975-06-23
Lugar de Nacimiento Edinburgh, Scotland, UK
KT cultiva un estilo clásico en la tradición de Rikki Lee Jones, Carol King y Fleetwood Mac. Lo último en una línea de cantantes y compositores escoceses contemporáneos entre los que están Texas, Fran Healy, Teenage Fanclub y The Beta Band, la perspectiva de KT ofrece una extraña intensidad emocional que conecta a través de su mordacidad lírica y melodías sentidas.
Desde que fue entregada en adoptaron al nacer se crió en la ciudad universitaria de St Andrew’s, una ciudad, que en sus palabras es “hermosa pero escondida, un poco burbuja”. “Crecí sabiendo que podía haber tenido un millón de vidas diferentes.” KT pasó muchos momentos de su infancia en las montañas bajo una lona con sus padres alejados del mundanal ruido. En realidad la música no fue nunca parte de la ecuación de su vida hasta que su hermano mayor descubrió las delicias del hair-metal (o glam metal). “Yo me sentaba fuera de su habitación y grababa su música a través de la puerta.”
Su álbum debú Eye To The Telescope es la consecuencia creativa de esa imaginación curiosa. “Mis canciones examinan y exploran pequeñas emociones específicas o situaciones o historias”, explica. “Son canciones de mesa de cocina, como una conversación entre otra persona y yo. Es casi como si hubieran enviado a un extraterrestre para recoger muestras de emoción de los seres humanos y reunirlas todas en un disco.”
El disco favorito es Hunky Dory de David Bowie. “Su sonido me caló de verdad y despertó mi amor por componer música y por las cosas del espacio”, explica. “Cuando era niña me gustaban mucho los libros de ciencia-ficción. Mi padre era físico y solía llevarnos a mis hermanos y a mí cuando éramos pequeños a su laboratorio. Jugábamos con nitrógeno líquido y generadores Van de Graaff. Mi padre tenía las llaves del observatorio de la Universidad de St Andrew y nos llevaba allí en mitad de la noche para enseñarnos el Cometa Halley. Esa es en parte la razón por la que el álbum se llamó ‘Eye To The Telescope’ (Ojo al Telescopio)”.
La joven y activa KT empezó a estudiar piano, luego flauta y poco a poco su voz de cantante fue desarrollando su térrea individualidad, “Estoy convencida de que aprendí a cantar porque alguien me dio una cinta de Ella Fitzgerald – ella fue mi profesora de canto.”
En mitad de su adolescencia, KT ya había empezado a escribir sus propias canciones, “pero sólo me salían esas tonterías de amor sensiblero. Era totalmente como un vómito de amor ñoño. Pero yo pensaba que estaba haciendo rock.” A los 16 años, empezó a tocar la guitarra, ella sola con un libro de un músico callejero.
Hambrienta de experiencias e independencia, ganó una beca para ir a la Kent School en Connecticut, Nueva Inglaterra y se empapó de conciertos de The Grateful Dead y 10,000 Maniacs. También pasó un tiempo en una comuna hippy, formó su primer grupo, The Happy Campers, y dio toda una serie de pequeños conciertos informales. “A la segunda semana de tocar en un programa a micrófono abierto ya era ‘¡la invitada especial desde Escocia!’,” recuerda.
La siguiente parada fue un curso de música en el Royal Holloway College, donde intentó sin éxito formar otro grupo. “Conseguí ganar el Battle Of The Bands (un concurso de grupos) con un acompañante a la mandolina!.”
Tras vencer a los góticos, KT regresó a St Andrews y se metió por completo en la escena grass-roots (de base) de la que salieron The Beta Band y The Fence Collective, formó un grupo con Pip Dylan de Fence y empezó a afilar sus gustos con una dieta de ambrosías a base de James Brown, Lou Reed, Billie Holliday, Johnny Cash y PJ Harvey.
Unos cuantos años más tarde y unas cuantas bandas después, era la hora de la verdad para Tunstall. Volvió otra vez a Londres donde, finalmente, las cosas empezaron a encajar. Se fraguaron relaciones de trabajo y se aseguraron tratos. Empezó a escribir proyectos con el productor y cantante sueco Martin Terefe, el orcadiano (de las islas Orkney en Escocia) residente en Londres Jimmy Hogarth y el londinense Tommy D. Con más de cien canciones en el bolsillo, se puso a trabajar en su álbum de debut con su nuevo grupo y con el legendario productor de U2, New Order y Happy Mondays, Steve Osborne a los mandos.
Grabó el álbum en un pequeño estudio en medio del bosque en Wiltshire. Era la casa de un discapacitado. La cabina de voces era la rampa de la silla de ruedas entre su habitación y la cabina de control y se podía cantar cuesta abajo o cuesta arriba. Era perfecto, muy crudo. Tiene una pequeña choza en el jardín donde ensayan todos los grupos locales.
“Yo no quería llevar demasiado equipo al estudio porque cuando tienes que ser ingenioso es cuando consigues hacer música interesante. Tom Waits dijo que si quieres que algo suene como una caja de cartón golpeada con una bota, entonces dale a una caja de cartón con una bota.”
Este planteamiento visceral y blandiendo las botas, está inspirado en la reciente conversión de KT al silbar y crujir de los primeros blues. “En general, soy una persona positiva y atolondrada pero me encanta el lado oscuro de la música y siempre querré explorarlo. Es un disco que suena positivo pero no hay duda de que hay cosas ocultas.” Los40.com
Fecha de Nacimiento 1975-06-23
Lugar de Nacimiento Edinburgh, Scotland, UK
KT cultiva un estilo clásico en la tradición de Rikki Lee Jones, Carol King y Fleetwood Mac. Lo último en una línea de cantantes y compositores escoceses contemporáneos entre los que están Texas, Fran Healy, Teenage Fanclub y The Beta Band, la perspectiva de KT ofrece una extraña intensidad emocional que conecta a través de su mordacidad lírica y melodías sentidas.
Desde que fue entregada en adoptaron al nacer se crió en la ciudad universitaria de St Andrew’s, una ciudad, que en sus palabras es “hermosa pero escondida, un poco burbuja”. “Crecí sabiendo que podía haber tenido un millón de vidas diferentes.” KT pasó muchos momentos de su infancia en las montañas bajo una lona con sus padres alejados del mundanal ruido. En realidad la música no fue nunca parte de la ecuación de su vida hasta que su hermano mayor descubrió las delicias del hair-metal (o glam metal). “Yo me sentaba fuera de su habitación y grababa su música a través de la puerta.”
Su álbum debú Eye To The Telescope es la consecuencia creativa de esa imaginación curiosa. “Mis canciones examinan y exploran pequeñas emociones específicas o situaciones o historias”, explica. “Son canciones de mesa de cocina, como una conversación entre otra persona y yo. Es casi como si hubieran enviado a un extraterrestre para recoger muestras de emoción de los seres humanos y reunirlas todas en un disco.”
El disco favorito es Hunky Dory de David Bowie. “Su sonido me caló de verdad y despertó mi amor por componer música y por las cosas del espacio”, explica. “Cuando era niña me gustaban mucho los libros de ciencia-ficción. Mi padre era físico y solía llevarnos a mis hermanos y a mí cuando éramos pequeños a su laboratorio. Jugábamos con nitrógeno líquido y generadores Van de Graaff. Mi padre tenía las llaves del observatorio de la Universidad de St Andrew y nos llevaba allí en mitad de la noche para enseñarnos el Cometa Halley. Esa es en parte la razón por la que el álbum se llamó ‘Eye To The Telescope’ (Ojo al Telescopio)”.
La joven y activa KT empezó a estudiar piano, luego flauta y poco a poco su voz de cantante fue desarrollando su térrea individualidad, “Estoy convencida de que aprendí a cantar porque alguien me dio una cinta de Ella Fitzgerald – ella fue mi profesora de canto.”
En mitad de su adolescencia, KT ya había empezado a escribir sus propias canciones, “pero sólo me salían esas tonterías de amor sensiblero. Era totalmente como un vómito de amor ñoño. Pero yo pensaba que estaba haciendo rock.” A los 16 años, empezó a tocar la guitarra, ella sola con un libro de un músico callejero.
Hambrienta de experiencias e independencia, ganó una beca para ir a la Kent School en Connecticut, Nueva Inglaterra y se empapó de conciertos de The Grateful Dead y 10,000 Maniacs. También pasó un tiempo en una comuna hippy, formó su primer grupo, The Happy Campers, y dio toda una serie de pequeños conciertos informales. “A la segunda semana de tocar en un programa a micrófono abierto ya era ‘¡la invitada especial desde Escocia!’,” recuerda.
La siguiente parada fue un curso de música en el Royal Holloway College, donde intentó sin éxito formar otro grupo. “Conseguí ganar el Battle Of The Bands (un concurso de grupos) con un acompañante a la mandolina!.”
Tras vencer a los góticos, KT regresó a St Andrews y se metió por completo en la escena grass-roots (de base) de la que salieron The Beta Band y The Fence Collective, formó un grupo con Pip Dylan de Fence y empezó a afilar sus gustos con una dieta de ambrosías a base de James Brown, Lou Reed, Billie Holliday, Johnny Cash y PJ Harvey.
Unos cuantos años más tarde y unas cuantas bandas después, era la hora de la verdad para Tunstall. Volvió otra vez a Londres donde, finalmente, las cosas empezaron a encajar. Se fraguaron relaciones de trabajo y se aseguraron tratos. Empezó a escribir proyectos con el productor y cantante sueco Martin Terefe, el orcadiano (de las islas Orkney en Escocia) residente en Londres Jimmy Hogarth y el londinense Tommy D. Con más de cien canciones en el bolsillo, se puso a trabajar en su álbum de debut con su nuevo grupo y con el legendario productor de U2, New Order y Happy Mondays, Steve Osborne a los mandos.
Grabó el álbum en un pequeño estudio en medio del bosque en Wiltshire. Era la casa de un discapacitado. La cabina de voces era la rampa de la silla de ruedas entre su habitación y la cabina de control y se podía cantar cuesta abajo o cuesta arriba. Era perfecto, muy crudo. Tiene una pequeña choza en el jardín donde ensayan todos los grupos locales.
“Yo no quería llevar demasiado equipo al estudio porque cuando tienes que ser ingenioso es cuando consigues hacer música interesante. Tom Waits dijo que si quieres que algo suene como una caja de cartón golpeada con una bota, entonces dale a una caja de cartón con una bota.”
Este planteamiento visceral y blandiendo las botas, está inspirado en la reciente conversión de KT al silbar y crujir de los primeros blues. “En general, soy una persona positiva y atolondrada pero me encanta el lado oscuro de la música y siempre querré explorarlo. Es un disco que suena positivo pero no hay duda de que hay cosas ocultas.” Los40.com
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