Fecha de Nacimiento 17 Marzo 1945
Lugar de Nacimiento Porto Alegre Brazil
Fallecimiento 19 Enero 1982
La cantante brasileña Elis Regina Carvalho Costa nació el 17 de marzo de 1945, en Porto Alegre. Considerada como una de las mejores cantantes de Brasil, Regina se convirtió en una leyenda en su país natal antes de su muerte a los 36 años.
Durante casi dos décadas estuvo entre los artistas más populares de Brasil, y aunque una feroz dedicación a su profesión le ganaron la fama y la adulación que parecía anhelar, también contribuyeron a los enfrentamientos personales que finalmente arrojaron una sensación de tragedia sobre su vida. Su reputación como intérprete de primer nivel se tradujo en asociaciones con los principales compositores de la época, tanto muchos ya establecidos como Antonio Carlos Jobim como los de la generación que surgió en los años 60: Milton Nascimento, Edu Lobo y otros. A los 18 años dejó su pequeña ciudad natal para seguir su carrera en Río de Janeiro, un movimiento que eventualmente le daría fortuna pero que también la alejaría de su sobreprotectora familia.
Pronto apareció en la televisión y ganó notoriedad por su poderosa voz y su intensa presencia en el escenario, que contrastaba con el estilo más fresco y sobrio de la bossa nova que prevalecía en ese momento. Su aparición en un espectáculo teatral llamado Dois Na Bossa con el cantante Jair Rodrigues, cuyo estilo pulido complementaba la vehemencia carismática de Regina, aumentó aún más su reputación. Juntos grabaron tres álbumes, y la exuberancia juvenil de la música y los arreglos ingeniosos demostraron ser muy exitosos. Alrededor de este tiempo, Regina también comenzó a aparecer en festivales anuales de canciones populares, que durante los años 60 se convirtieron en la plataforma de lanzamiento para prácticamente todos los compositores e intérpretes más reconocidos de Brasil.
En 1965, su actuación triunfante de "Arrastao", compuesta por Edu Lobo y con letra de Vinícius De Morães, le dio inmediatamente fama nacional, a pesar de (o quizás debido a) la controvertida letra de la canción, que casi había sido descalificada por su sugestión política. La canción también ganó un amplio reconocimiento para el compositor Edu Lobo, el primero de muchos beneficiarios del talento de Regina. A lo largo de gran parte de su carrera, caminó por la cuerda floja entre la controversia y el cumplimiento de la dictadura militar, que trataba a los artistas con una sospecha rabiosa, si no una represión total. Su fama le dio libertades que otros podrían no haber tenido, pero en lugar de ser mimada por los poderes fácticos, a menudo arriesgaba su popularidad para promover artistas más jóvenes cuyo trabajo admiraba pero no siempre se adaptaba a su audiencia más conservadora, o censores del gobierno, que estaban ansiosos por eliminar cualquier signo de rebelión. Entre estos compositores más jóvenes estaban {@bio;Edu Lobo}, Chico Buarque, Gilberto Gil y Caetano Veloso. Quizás su mayor beneficiado fue Milton Nascimento: fue la primera en grabar una de sus canciones, lo que ayudó a lanzar su carrera, y con los años continuó grabando y tocando su música.
En 1968, el matrimonio de Regina con el productor Ronaldo Bôscoli también tuvo un impacto significativo en su carrera, tanto en su dirección profesional como en su perfil público. Una figura muy conocida, mucho mayor que ella y con antecedentes privilegiados, Bôscoli la empujó a renunciar a sus modales provinciales y la ayudó a ganar nuevos contactos en la industria de la música.
A finales de los años 60 estaba actuando en Europa y había hecho discos en Londres y en Suecia con el músico de jazz armónico Toots Thielemans. A principios de los años 70, Regina continuó ampliando su repertorio, interpretando canciones de Ivan Lins, João Bosco y otros. En 1974, viajó a Los Ángeles, EE. UU. para grabar un álbum con Jobim. Fue un hito en su carrera y un reconocimiento tanto de su talento como de su calidad de estrella, ya que Jobim representaba el pináculo de la música brasileña.
Al año siguiente, debutó en el espectáculo teatral Falso Brilhante, que finalmente se convirtió en una de las producciones más taquilleras del país. Para entonces, Regina estaba casada con el pianista César Camargo Mariano, quien también se convirtió en su director musical. Con su banda realizó una extensa gira por todo Brasil, y en 1979 apareció en el Festival Internacional de Jazz de Montreux, así como en el Festival de Jazz de Tokio. Una colaboración de 1981 con el saxofonista Wayne Shorter nunca se materializó debido a desacuerdos entre ambos.
A principios de 1982, mientras trabajaba en la música para su primer álbum en el sello Som Livre, Regina murió de una sobredosis de cocaína. Su muerte fue llorada en todo el país, y sigue siendo recordada por su talento y pasión inimitables.
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